CHANTILLY, Francia (Especial para Turf Diario).- Con la temporada de servicio de 2016 aún a varios meses de su inicio, comienzan a conocerse las primeras novedades en materia de arribo de nuevos padrillos a la Argentina y, por lo tanto, en tema de ilusiones.
Curioso el caso del linajudo Zarkar, que ya está en cuarentena en el Haras D’Auteuil, aquí, esperando el momento para desembarcar en Buenos Aires a mediados de mes para luego seguir viaje hacia el Haras La Numancia, donde quedará radicado luego de ser adquirido por Heritage Bloodstock SA. que maneja Diego Franceschini tras la intermediación de France Turf International y Perhaps Bloodstock.
Se trata nada más ni nada menos que de un hijo de los fenomenales Galileo y Zarkava (Zamindar), que fuera propiedad del Aga Khan hasta hace unas horas nomás, sin poder competir por un problema en una de sus manos.
“Siempre tuve admiración por Zarkava, que fue una yegua sensacional, de otro planeta. Intentamos adquirir a un hermano en las ventas de Arqana hace un par de meses, pero se fue demasiado caro; al final terminó viajando rumbo a Australia. Surgió luego la posibilidad de Zarkar y por suerte pudimos concretar su compra”, cuenta el hombre que hará su primera experiencia con padrillos y que durante 2015 disfrutó de una de las velocistas más destacadas: Sassagoula Springs (Grand Reward).
Galileo es el mejor padrillo del mundo, y Zarkava fue la mejor del mundo. Inolvidable resulta aún aquella fenomenal campaña de la yegua en 2008, que coronó venciendo a los machos en el Prix de l’Arc de Triomphe (G1) hasta ser consagrada como Caballo del Año en Europa. La combinación genética genera expectativas para los estudiosos de los pedigrees.
Siempre en la búsqueda de un reproductor se consideran tres puntos clave: el pedigree, la conformación y la campaña. Salvo en los casos de billetera ancha, generalmente, alguno de los tres ítems quedan por el camino privilegiando los otros.
Zarkar no corrió nunca, pero sobran los ejemplos de caballos que luego se destacaron en la reproducción pese a no haber competido o haber tenido un paso mediocre o definitivamente malo por las pistas.
Immortality (Never Say Die) llegó al Haras Comalal luego de producir a la ganadora de las 1000 Guineas inglesas Fleet, y a pesar de morir dejando apenas un puñado de crías se destacó como generoso y buen abuelo materno.
Arctic Star, hijo de Nearco, nació en 1942 y se lesionó una paleta cuando nació, situación que impidió ponerlo en entrenamiento luego. Pero por su excelente pedigree sí se le dio una posibilidad en el haras, donde sobresalió con Arctic Wind, héroe en las 2000 Guineas irlandesas.
Noble Bijou (Vaguely Noble), hermano de la inolvidable Allez France (Sea-Bird) tenía respaldo en su pedigree para intentar suerte en la reproducción luego de ser un permanente fastidio para los veterinarios en la caballeriza, sin poder pisar una pista oficialmente. Adquirido para Nueva Zelandia, ganó allí 4 veces la estadística de reproductores y en la temporada 1992/1993 hizo doblete, pues también terminó arriba entre los abuelos maternos.
Si las casualidades y las conexiones existen, fue justamente de las praderas del Aga Khan, allí donde también creció Zarkar, desde donde surgió quizás el mejor padrillo sin campaña de la historia: Alibhai (Hyperion). Vendido en Tattersalls, fue enviado a California y allí se lesionó los tendones de sus dos manos en sus galopes, lo que motivó su pronta baja del training.
Su impacto en la cría fue llamativo. Cover Up, Solidarity, On Trust y Your Host (luego el padre de un tal Kelso...) fueron algunas de sus crías más destacadas. Aunque lo mejor lo produjo luego de morir a los 22 años de un ataque cardíaco y de la mano de Determine, ganador del Kentucky Derby; de Flower Bowl, la madre después de His Majesty; el múltiple ganador clásico y padrillo Traffic Judge; y Honey’s Alibi, abuelo materno de la campeona Dahlia (Vaguely Noble).
Zarkar llega a la Argentina como un verdadero desafío para su propietario, que confía que su genética y su físico (1,64 de altura, buen hueso y mucha calidad) lo conviertan en un atractivo para los criadores.
Franceschini se deja llevar por sus sueños y su admiración para con la tremenda Zarkava y adelanta que, si es retirada, Sassagoula Springs será la reina del hárem de Zarkar, que quizás pronto tenga un hermano materno entre los mejores productos europeos, pues en la caballeriza que Alain de Royer-Dupre maneja en Chantilly aseguran que el invicto Zarak (Dubawi) tiene un futuro brillante...
Fuente: TurfDiario.com