Colonia Ayuí es una pequeña localidad cercana a Concordia, Entre Ríos. No hay club de fútbol dando vueltas por ligas importantes, ni tampoco demasiadas actividades deportivas de vuelo. Por eso, cada vez que corre “la coneja”, como la conocen allí, el pueblo “se pone la camiseta”, se conecta a internet y hace fuerza a más no poder.
Hubo fiesta otra vez este viernes en Colonia Ayuí, gracias a “la coneja”, o Kiss With Style, según su nombre oficial (el menos usado de entre casa, claro), que los hizo vibrar otra vez tras un nuevo viaje positivo hasta el Hipódromo Argentino de Palermo, donde reprisó con el mejor de los sucesos después de seis meses y medio de inactividad, dando además la ventaja de viajar el día de la carrera 600 kilómetros y de correr a las pocas horas.
Edgardo Ruiz Díaz es el cuidador y copropietario de la veloz hija de South Kissing y Cat Style, una Sekari que se rompió una rodilla de potranca cuando había sido segunda en el Gran Premio Saturnino J. Unzué (G1); la pasión la comparte con Diego Franceschini y su Heritage Stud, que adquirió a la yegua en un remate y que ya cosecha réditos sobre aquella inversión. Son socios y sueñan abrazados con lo que puede venir.
Allá en Colonia Ayuí, el equipo es chiquito y el stud también, pero el corazón es grande y burrero, tanto que Kiss With Style se transformó en el verdadero “caballo del pueblo”. De aquellos inicios en las cortas de Villaguay ha corrido mucha agua bajo el puente, incluso debiendo pasar un momento de esos que no se quieren al ser operada para remover un pequeño chip de una rodilla después de que salió de perdedora a los 2 años montada por Pablo Falero. Mauro Verna, el veterinario que estuvo a cargo de la intervención, les había dicho que iba a ser la misma de siempre.
Y, nuevamente, la zaina fue pura calidad para festejar por quinta vez en cinco salidas -campaña que se completa con dos segundos- liderando desde el salto y conteniendo en la parte final el desafío que le propuso Arabian Will (E Dubai), finalmente su escolta desde medio pescuezo. Ya parece un clásico para ella que cuando la peleen, no la puedan superar.
Ruiz Díaz y Franceschini sueñan quizás con el Clásico Venezuela (G2), a principios de noviembre, con la posibilidad de una condicional ante los machos también en el calendario. Hay tiempo para decidir, primero hay que festejar.
Fuente: TurfDiario.com